Orquídeas y Begonias

Disertaciones

 Las Begonias son excelentes compañeras de las orquídeas debido a que en sus ambientes naturales suelen compartir el mismo habitat y por ende las condiciones de cultivo suelen ser similares. Junto con los Helechos y las Bromeliaceas, entre otras, son por elección o por conveniencia una excelente opción para acompañar el cultivo de orquídeas.

  El género Begonia es el más representativo dentro de la familia Begoniaceae, junto con otro género muy poco conocido llamado Hillebrandia.

  El explorador francés Charles Plumier encontró las primeras Begonias en la isla de Santo Domingo en el año 1690 y las bautizó en honor a su patrón, Michel Begon (1638-1710), gobernador de la isla. Linné las describió y oficializó el nombre.

  Las Begonias son nativas de zonas tropicales y subtropicales de America, Africa y Asia, donde se las encuentra creciendo como terrestres, rupícolas o eventualmente epífitas, ya sea en lugares sombreados, húmedos y boscosos como en serranías semi-áridas. El número de especies supera las 1.600 y llegan a más de 10.000 si hablamos de variedades, hibridos y cultivares. Las especies nativas de Argentina son 17. B.cucullata var. spathulata está citada para la provincia de Buenos Aires.

  La belleza de sus hojas, que despliegan una enorme variedad de formas, colores y texturas, y las maravillosas flores de algunas especies e híbridos, son un atractivo pocas veces superado por otros grupos de plantas.

Descripción botánica

  Se trata de plantas arbustivas, subarbustivas o herbáceas, con tallos erguidos o decumbentes (algunas trepadoras), suculentos o rizomatosos, con raíces fibrosas o tuberosas.

  Las hojas pecioladas pueden ser enteras o divididas, dentadas, crenadas, lobuladas o palmadas, con o sin pelos. Muchas especies, aunque no todas, tienen una característica distintiva: sus hojas asimétricas, similares a la forma de un pulmón. El rango de colores va desde el verde claro al oscuro pasando por el bronce, púrpura-amarronado al negro, verde, azul o rosado iridiscente, generalmente con el envés de color rojo o púrpura. Pueden presentar puntos, motas o manchas sobre la superficie de la hoja y muchas son carnosas.

  Las Begonias son monoicas, o sea, los órganos femeninos y masculinos se encuentran en flores separadas pero ambas flores en la misma planta. Generalmente la cantidad de flores masculinas es menor que la de femeninas y además suelen ser caducas mientras que las femeninas son persistentes. Las flores carecen de sépalos verdes. Estos son del mismo color que los pétalos, llamándose entonces tépalos. Las flores masculinas tienen 2 ó 4 tépalos mientras que las femeninas tienen entre 2 y 9, o numerosos tépalos en el caso de la B. x tuberhybrida. El color de las flores puede ser blanco, rosado, rojo o rojo-anaranjado aunque hay algunas pocas especies con flores amarillas (B.prismatocarpa, B.scapigera). El fruto es una cápsula alada de sección triangular que contiene una enorme cantidad de semillas minúsculas.

 Clasificación

  La gran cantidad de especies y de híbridos disponibles (especialmente en otros países) ha llevado a los especialistas en el tema a la realización de una clasificación de acuerdo a la morfología de las plantas y a su hábito de crecimiento.

1) Begonias tipo caña

  Algunas Begonias con tallos tipo caña fueron muy populares en décadas pasadas, hoy en día es difícil encontrarlas a la venta sin embargo su encanto hace que pasen de mano en mano, de madres a hijas o de generación en generación.

  Las Begonia tipo caña se conocen como “Cascadas”, “Begonias pulmón” o “Alas de angel”. El término Cascada se debe a las inflorescencias péndulas de color blanco, rosado o rojo-anaranjado. Los otros dos nombres populares se refieren a las hojas asimétricas. Tienen tallos erguidos, carnosos, similares a las cañas de bamboo, poco o nada ramificados, con entrenudos largos en algunos casos y nudos más o menos sobresalientes. Algunas especies pueden alcanzar los 2 mts de altura. El grosor y altura de los tallos es variable. Suelen formar un leño suave en la base o en la parte inferior de los tallos más viejos.

  Begonia albo-picta, B.diadema, B.argenteo-guttata, B.maculata, B.coccinea, B. Sophie Cecile, son algunos ejemplos.

  El uso más frecuente se da como planta de maceta en patios, galerías y pasillos. Tambien pueden plantarse en tierra firme integrando canteros mixtos, preferentemente junto a paredes. Las macetas deben ser lo suficientemente grandes acordes al tamaño de la planta.

Cultivo:

  Luz: sombra luminosa o sol filtrado. Algunas especies, como B.argenteo-guttata y B.maculata, pueden recibir sol directo y desarrollarse excelentemente, siempre y cuando estén plantadas en tierra firme con los “pies” a la sombra. El exceso de luz puede ser el causante de la quemadura del borde de las mismas. La quemadura del borde de las hojas, la caída de las hojas inferiores, juntamente con el “acartuchado” de las restantes, suele deberse al exceso de luz y calor.

  Temperatura: suelen tolerar bien las temperaturas de B.Aires siempre y cuando se las repare de las heladas. El frío excesivo puede ocasionar la pérdida de hojas inferiores.

  Sustrato: tierra negra con el agregado de arena, logrando una mezcla firme pero bien drenada.

  Riego: solo cuando la superficie del sustrato se vea oreada o seca. Cualquier encharcamiento o sequía prolongada puede terminar con cualquier Begonia independientemente de la clasificación horticultural.

  Multiplicación: por semillas, por división de matas y esquejes.

2) Begonias arbustivas

  Similares a las anteriores se caracterizan por formar muchos tallos erguidos que emergen de la base, la altura de los tallos es variable y en algunos casos pueden ser péndulos. Algunas tienen hojas glabras y otras pubescentes o con pelos, los tallos suelen ser carnosos en los extremos y semi-leñosos en la base. Ejemplos: B.schmidtiana y B.metallica, B.luxurians, etc.

  Cultivo: sombra muy luminosa, protección contra las heladas. Entre riego y riego es prudente esperar a que se seque el sustrato, evitar encharcamientos y riegos excesivos. Sustrato compuesto por tierra negra y arena.

3) Begonias Rizomatosas

a) rizomatosas en general

b) B.rex y B.rex-cultorum

a) rizomatosas en general

  Son aquellas que crecen a partir de un rizoma visible. Existe una enorme variedad de formas, tamaños, dibujos intrincados y colores en sus hojas acorazonadas, estrelladas, redondas, asimétricas, con pelos o sin pelos, a lo que se suma una bella floración.

  Los ejemplos son muchos: B.masoniana (Begonia Cruz de Hierro), B.ricinifolia, B.heracleifolia, B.speculata, B. x erythrophylla (Corazón de viuda, Oreja de Chancho), Begonia Cleopatra, B.gehrtii, B. soli-mutata, Begonia Tiger, B. bowerae, B. ricinifolia etc.

  El crecimiento del rizoma suele superar el contorno de la maceta, creciendo hacia los costados y no en alto, dándole una forma redondeada a la planta. Esto las hace ideales para el antepecho de las ventanas, como plantas colgantes en patios sombreados y húmedos, en galerías acristaladas y jardines de invierno.

  Cultivo: sombra o luz difusa. Temperatura: sitios reparados de los fríos intensos. En invierno, algunas reposan y suelen perder follaje, recuperándolo al llegar la primavera.

  Humedad: no menor al 50 %. Sustrato: ligero pero que retenga la humedad, compuesto de 60% de tierra, 30% de turba y 10% de perlita o arena. Riego: estas plantas, por ser suculentas, toleran los riegos salteados. El exceso de riego y mal drenaje puede llevar a la pudrición de las raíces. Abundante en verano y escaso en invierno.

Multiplicación: por semillas, por esquejes de hoja y por trozos de rizoma.

b) B.rex y B. rex-cultorum

  La Begonia rex es del tipo rizomatosa pero merece un item aparte debido a su vistoso y rico follaje. Son cultivadas especialmente por sus hojas y no por su floración. Procedente de Assam (India), fue introducida por casualidad en Europa en 1857 junto con un cargamento de orquídeas y fue entonces que el famoso cultivador J.Veitch produjo numerosos híbridos para los coleccionistas europeos. La Begonia rex-cultorum es un híbrido entre B.rex y otras rizomatosas. Presentan hojas grandes con colores maravillosos que van desde el gris plateado, gris azulado, rosa o rojizo iridiscente, púrpura, verde y marrón. Algunas tienen hojas acorazonado-asimétricas y otras estrelladas.

  También pertenece a este grupo la Begonia Escargot (Begonia caracol) con hojas redondeadas en las que el borde superior, en su inserción con el pedíolo, se enrosca dándole forma de caracol.

  Prosperan en lugares sombríos, frescos y húmedos (en verano en posición Sur). Protección del frío intenso (mínimo 12/15ºC) y las heladas. Riego abundante en verano y escaso en invierno.

  El mayor inconveniente en el cultivo de este tipo de Begonia radica en su susceptibilidad al oidio y mildiu de la begonia, enfermedades que deterioran fuertemente el follaje si no se toman las medidas pertinentes.

4) Begonia semperflorens

  Conocida como “Flor de Azúcar”. La B. semperflorens es originaria de Brasil. Emite numerosos tallos erguidos que emergen de la base, de unos 20/30 cms de altura, raíces fibrosas, con hojas color verde o bronceado metalizadas. Las flores, producidas en una sucesión interminable, pueden ser blancas, rosadas o rojas, simples o dobles.

  Tratadas usualmente como anuales, en realidad son perennes (de corta vida) en sitios con inviernos benignos. Muy utilizadas como plantines para macizos, canteros mixtos, borduras, jardineras y macetas. En sitios con inviernos fuertes, pueden levantarse al llegar el frío, podándolas hasta casi la base y guardándolas en invernáculos hasta la llegada de la primavera.

  Cultivo: pleno sol a sombra luminosa. Suelos fértiles y bien drenados, enriquecidos con tierra negra, resaca y arena. Riegos regulares en verano, manteniendo el suelo fresco, y escasos en invierno. Es susceptible al oidio de la begonia y a la podredumbre de las raíces.

  Multiplicación: por semillas, esquejes terminales de tallo y división de matas.

  B.cucullata es considerada dentro de esta categoría. Es una especie natural de Argentina donde se registran 3 variedades en distintas provincias siendo la var. spathulata la que habita, entre otras, la provincia de Buenos Aires creciendo en sitios húmedos y sombríos del Delta y la ribera platense.

5) Begonias Tuberosas

  Representadas por B.x tuberhybrida, híbrido originado por el cruzamiento de B. boliviensis, B.rosaeflora, B.veitchii, B.pearcei y B.clarkei, originarias de los Andes Sudamericanos. Planta herbácea, con tallos suculentos, erguidos (30/40 cms) o péndulos, y con un engrosamiento en la base del tallo. Este tallo tuberoso es de forma redonda aplanada ligeramente cóncava en la parte superior, presentando yemas en la parte superior y raíces en la inferior. Se cultiva por sus hermosas flores, simples, dobles o semidobles, en una amplia gama de colores excepto el azul. Las dobles recuerdan a las flores de las camelias. El tamaño de las flores varía entre 5 y 15 cms de diámetro.

  Estos híbridos se caracterizan por tener un período de reposo total durante el invierno, momento en el cual hay que mantener el tubérculo completamente seco y protegido del frío. Llegada la primavera, brota y vegeta hasta pasado el verano.

  Begonia boliviensis es natural del NO argentino donde crece en el suelo de las yungas. Vegeta durante la primavera y el verano, perdiendo el follaje durante el otoño e invierno. Es una excelente planta de patio para maceteros colgantes. Requiere suelos con excelente drenaje, humedad ambiental alta y mucho cuidado con los excesos de agua ya que el tubérculo se pudre con facilidad.

  Las begonias tuberosas son típicas plantas de patio, en primer plano para admirar sus flores, galerías o jardines de invierno.

  Cultivo: situación fresca, ventilada, con sombra luminosa y atmósfera húmeda. En verano regar cuando el sustrato se haya oreado completamente en la superficie. A medida que llega el otoño y la planta amarillea, disminuir el riego hasta suprimirlo por completo.

  Conservación: guardar el tubérculo limpio en arena seca o turba en un sitio fresco y ventilado. Al llegar la primavera colocar el tubérculo en turba húmeda para promover la brotación. Cuando haya brotado y las raíces hayan alcanzado unos 5 cms, colocar el tubérculo en una mezcla de resaca y turba con algo de perlita o arena. Cultivarlas al exterior solo cuando las temperaturas sean propicias (noviembre).

  Otra técnica de conservación consiste en desenterrar la planta, sin quitarle el follaje, al llegar los primeros fríos y dejarla secar con algo de sustrato adherido, durante unos días. Podar el follaje y limpiar el tubérculo antes de guardarlo.

  Susceptible al oidio y la pudrición de las raíces.

Multiplicación: por semillas, por esquejes y por tubérculos enteros o seccionados con por lo menos una yema vegetativa en la parte superior.

6) Begonias péndulas y trepadoras

  En su ambientes naturales crecen como trepadoras o epífitas. Poco difundidas. Ejemplos: B.glabra, B.convolvulacea, B.polygonoides, B.subalpestris, etc.

7) Begonias de tallos gruesos

  Emiten pocos tallos gruesos y cortos que no se ramifican, poco conocidas. Ej: B.ludwigii, B.reniformis, B.lindeyana, etc.

Multiplicación

1) por esquejes de hoja

  Las nervaduras de las hojas poseen células capaces de reproducir la planta entera. Es por eso que existen varios métodos simples para su reproducción.

a) Las hojas pequeñas pueden plantarse (como Saintpaulia) con un trocito de pecíolo enterrado en perlita o arena o una mezcla de ambas, en primavera y verano.

b) También puede colocarse la hoja entera horizontalmente sobre la mezcla con el haz hacia arriba, realizándole previamente algunos cortes sobre las nervaduras principales y sosteniéndola con horquetas finas para que toque la superficie del sustrato. En cada corte se desarrollará una plantita mientras que la hoja vieja se desintegrará progresivamente.

c) A las hojas más grandes pueden recortárseles los bordes y usar solo las zonas con nervaduras gruesas, colocando trozos de sección triangular en forma oblicua o verticalmente en una terrina con perlita o arena.

d) Asimismo, con las hojas grandes, puede usarse un sacabocados, dejando por lo menos una nervadura en cada corte (de alr. de 2 cms) obteniéndose así muchas más plantas.

2) por esquejes de tallo y por rizomas

  Los esquejes de tallo se plantan en primavera y verano, en perlita o arena, enterrando por lo menos un nudo o dos. Con los rizomas puede usarse la parte terminal con hojas o trozos no terminales, enterrándolos oblicua o superficialmente en perlita o arena.

3) por división de matas

  Especialmente en el caso de las tipo caña y las arbustivas. Elegir una planta grande y dividir preferentemente donde se produzca una separación natural.

3) por semillas

  En una terrina para siembra con sustrato pasteurizado, sin cubrir la semilla, manteniéndolas a 20 ºC. Germinan entre 2 y 4 semanas.

Enfermedades

  Oidio de la Begonia (Erysiphe polyphaga) y Mildiu de la Begonia (Microsphaera begonia)

  Estos hongos son los principales enemigos y la principal causa de mortalidad de este cultivo.

  En el caso del oidio se manifiesta a modo de eflorescencia blanquecina, que luego se torna grisácea, sobre el haz de las hojas. Al principio, las manchas pueden ser aisladas, luego se juntan formando manchas más grandes. El aspecto blancuzco de las manchas se debe al micelio del hongo. También pueden aparecer en tallos, troncos, pecíolos y flores.

  En el mildiu las manchas blancas-grisáceas aparecen sobre el envés de las hojas. En correspondencia, sobre el haz, se observan manchas grisáceas-amarronadas necróticas.

  El factor más importante para el desarrollo de estas enfermedades es, a pesar de la creencia popular, la falta de humedad ambiental y el stress híbrico. Estas plantas provienen de zonas de sotobosque donde la humedad ambiental es alta. Cuando se las coloca en sitios calientes y secos o cuando la atmósfera carece de humedad, se produce un stress en la planta, y el hongo, a menudo latente sobre las hojas, encuentra la oportunidad para atacar. La aparición de los primeros síntomas se producen súbitamente y el desarrollo es veloz, pudiendo desfoliar una planta grande en 3 días.

  La primavera y el otoño, cuando la diferencia térmica entre el día y la noche comienzan a tener importancia, son las épocas favorables para el ataque de estos hongos. Sin embargo, también pueden verse ataques en verano. La susceptibilidad de algunas especies e híbridos es también un factor a tener en cuenta.

  Tratamiento: Debido al veloz desarrollo de la enfermedad es necesario tomar medidas en cuanto se detecten los primeros síntomas. Vigilar las plantas, especialmente las susceptibles. Tener el producto adecuado a mano (cualquier funguicida curativo). La eficacia del producto puede tardar entre 1 y 3 días. Fumigar las plantas adyacentes y las demás begonias de la casa. Podar las hojas muy afectadas una vez que la planta produjo nuevas hojas o brotes, sino se consigue el mismo efecto que un ataque de estos hongos.

  Los tratamientos preventivos con funguicidas cada 15 días surten muy buen efecto. Fumigar las begonias recientemente introducidas al cultivo. Elevar la humedad ambiental dentro de los parámetros normales.

Podredumbre en las raíces

  Causada por hongos de suelo en situaciones de mal manejo del riego y deficiente drenaje del sustrato. Suele atacar repentinamente con desenlaces nefastos.

  Podredumbre de los pimpollos y las hojas (Botrytis cinerea)

  Causada por excesiva humedad ambiental, riego inadecuado y mala ventilación. Aparecen manchas grises necrosadas en los bordes de las hojas. Tambien pueden aparecer manchitas sobre los pétalos de las flores.

  Tratamiento con Benomil, aislar las plantas atacadas. Vigilar la ventilación y el riego.

Cultivo de Ludisia discolor

  Nativa de sudeste asiático, es la única representante del género. Crece como planta terrestre o rupícola en selvas siempreverdes, sombrías y húmedas, en suelos rocosos a la vera de arroyos y ríos, entre los 70 y los 1100 mts de altura s/nm, en climas cálidos a templados.

  Carece de pseudobulbo. Sus tallos rojos y suculentos, erguidos o arqueados, presentan nudos marcados. Suelen medir entre 1 y 2 cms de diámetro y unos 25 cms de long.

  Las hojas son lanceoladas, de hasta 7.5 cms long., verde oscuras con líneas rojas, lo que convierte al follaje de esta “orquídea joya” en una interesante y colorida planta.

  Florece en primavera temprana con flores blancas, perfumadas, de 1.5 cms dispuestas sobre inflorescencias terminales de 10 a 30 cms de altura, que duran entre 2 y 3 semanas.

  Cultivo en sitios protegidos de las heladas y los fríos intensos, con sombra luminosa o sol directo de las primeras horas de la mañana. Macetas plásticas con sustrato compuesto por

50 % de tierra negra, 30 % de resaca o turba rubia y 20% de arena o perlita. Sitios húmedos y riego cuando se orea la superficie del sustrato. Multiplicación por división de matas o por trozos de tallo.

Lic.Nora Lovera