Ignacio Di Pascuale
Laelias mexicanas
Originalmente las laelias fueron cultivadas y utilizadas por las tribus indígenas mexicanas para ceremonias y rituales religiosos, adornando las festividades y luego transferido a la vida cotidiana. Es por eso que muchas de estas laelias poseen nombres vulgares como “calaverita” o “flor de muerto”…
Son muy bien conocidas y cultivadas a lo largo de todo México. Durante centenas de años fueron extraídas y cultivadas de manera hogareña, tal es así que existen variedades que solo se conocen del cultivo particular, y nunca fueron encontradas en la naturaleza. Esto puede sonar controversial, si bien la extracción de la naturaleza es nociva para cualquier especie, debido a esta práctica, es probable que hayan sobrevivido gracias a esto, ya que los hábitats naturales en muchos casos han sido destruidos por completo. Se han identificado 11 especies y una subespecie, y numerosos híbridos naturales.
Se han identificado 11 especies y una subespecie, y numerosos híbridos naturales
Laelia albida
Laelia anceps subsp. anceps
Laelia anceps subsp . dawsonii
Laelia aurea
Laelia autumnalis
Laelia crawshayana
Laelia eyermaniana
Laelia furfuracea
Laelia gouldiana
Laelia rubescens
Laelia speciosa
Laelia superbiens
Si bien comparten características similares, actualmente se encuentran reclasificando a la mayoría de estas laelias, ya que muchas de ellas tienen muchas similitudes con el género schomburkia, sobre todo las que se encuentran a mediana o gran altura.
Las variaciones morfológicas como hojas mas duras, pseudobulbos mas cortos, hojas caducas o rizomas abreviados, suelen ser características asociadas a climas áridos y fríos, o con diferentes tipos de exposición solar, es por esto que con tan solo ver una planta podremos darnos cuenta en qué condiciones ha evolucionado.
Sus floraciones se dan de forma terminal, comenzando con una vara muy larga en relación a la planta, el cual culmina en varias flores agrupadas. Los tamaños de las plantas varían extremadamente, van desde un tamaño muy grande como la l. superbiens, hasta la l.speciosa o la l. rubescens, de pequeños pseudobulbos.
Habitan desde el nivel del mar, hasta mas de los 2000 msnm., tener claro el origen de las especies nos va a orientar muchísimo sobre cómo debemos proceder al momento del cultivo en casa.
Para esto debemos clasificarlas según la altura a la que se desarrollan, de tierras bajas, medias o altas:
Creciendo a baja altura encontramos a la L. aurea y L. rubescens, que no soportan temperaturas muy bajas, pero son muy tolerantes a las altas temperaturas, soportando hasta 35º en su hábitat.
Desarrollándose a altitudes medias, por debajo de los 2000msnm, donde no existe una temporada seca muy marcada, podemos encontrar otro grupo de laelias, mas tolerantes a temperaturas bajas, podemos encontrar L. anceps, L. crawshayana, L. superbiens y L.rubescens.
Y por último las laelias de altitudes elevadas, L. albida, L. autumnalis, L. eyermaniana, L.furfurácea, L. gouldiana y L. speciosa, creciendo por encima de los 2000 msnm, con temporada seca muy marcada y temperaturas por debajo de los 5º en invierno.
Cultivando laelias mexicanas
Las laelias mexicanas son mayormente habitantes de montaña, casi todas las especies habitan en la parte oeste de las montañas, solo unas pocas variedades han sido encontradas del lado este (l.anceps y l. speciosa).
La mayoría de las especies se desarrollan a altitudes elevadas, son excelentes plantas para cultivar en exterior, agarradas a un árbol, en troncos o balsas, donde se adaptan fácilmente y si son plantas adultas, no tardaran en florecer.
El clima de alta montaña tiene una particularidad, cuando comienza la época de crecimiento, va acompañado de abundantes lluvias, permitiendo que los brotes y raíces nuevas crezcan rápidamente al absorber mayor cantidad de nutrientes, con un clima agradable, sin demasiado frío y buena amplitud térmica. Durante el verano las lluvias van disminuyendo, pero la humedad se mantiene elevada, los días son cálidos, pero no de manera excesiva.
A medida que el clima va tornándose mas frío las lluvias y la humedad disminuyen, comenzando el período de reposo invernal. Durante el invierno, los vientos cargados de agua que provienen del Atlántico, no logrando sobrepasar las altas montañas, es por esta razón que prácticamente no llegan tormentas a las laderas occidentales. Este es un factor a tener en cuenta, ya que con un período de lluvias prolongado en invierno, podríamos perder muchos brotes nuevos e inclusive la planta entera.
La época de reposo en su hábitat natural, va desde el invierno hasta la primavera avanzada. Los inviernos son muy fríos, y son capaces de soportar heladas al reparo de los árboles frondosos.
La primavera mexicana de alta montaña, difiere de la nuestra en un factor crucial, las lluvias son muy escasas, prácticamente nulas, no hay humedad y la temperatura puede llegar a ser muy elevada, alcanzando los 30º o más, mientras que por las noches la temperatura puede descender hasta los 5º o menos.
La época de crecimiento en su hábitat se da durante el verano y principios del invierno, donde deben ser regadas y fertilizadas regularmente.
Si las cultivamos en macetas, debemos asegurarnos de que el sustrato sea muy bien drenado, con corteza y algo de carbón bien lavado, evitando que se tapen los drenajes. También podemos utilizar algo de musgo sphagnum mesclado con el sustrato, pero eso depende de cada cultivador y de las condiciones en las que se pueda cultivar.
Las especies que se encuentran por debajo de los 2000msnm se encuentran sometidas a climas muy similares a las de las tierras altas. Difieren únicamente en que el invierno y la primavera suelen ser mas lluviosos y húmedos, generalmente crecen en bosques con niebla y no tan expuestas temperaturas extremas, soportando un invierno con mínimas de no menos de 5º y nunca sometidas a heladas o escarchas.
Las laelias que crecen a baja altura, L. rubescens y L. aurea, habitan tierras cálidas de la llanura costera y cuencas interiores de bosques de hoja caduca, como robles y árboles espinosos.
Son especies de muy fácil cultivo en nuestro clima, ya que cuidándolas ligeramente de las heladas no vamos a tener mayores problemas. Crecen muy bien y prácticamente sin cuidados adicionales, agarradas en árboles, en canastas muy ventiladas o en macetas plásticas con muy buen drenaje.
Los veranos y principios de otoño son extremadamente cálidos y húmedos, seguidos por un invierno seco y con mucha insolación prácticamente directa, ya que los árboles que las albergan han perdido las hojas.
Son las únicas laelias mexicanas que es conveniente cultivarlas durante el invierno en un invernadero cálido, colocándolo en la parte superior del mismo, asegurándonos que reciba la mayor cantidad de sol posible.
Híbridos naturales
Si bien está demostrado que el agente polinizador de las laelias mexicanas, generalmente un abejorro, no posee una adaptación específica a cada especie, y existen poblaciones de distintas variedades de laelias floreciendo en el mismo período, no es muy común encontrar híbridos naturales.
La capacidad de hibridación natural se ve disminuida por la región, altitud y época de floración, lo que hace que existan unos pocos híbridos naturales registrados.
Laelia anceps x laelia superbiens
Laelia albida x laelia eyermaniana
Laelia anceps sbsp. Dawsonii x laelia rubescens f. peduncularis
Laelia x finckeniana (LaeLia anceps subsp. dawsonii xL. Albida)
Enfermedades comunes
Son plantas que se adaptan fácilmente al clima de Buenos Aires, soportando la intemperie en invierno y verano, lo que las convierte en excelentes plantas para nuestros jardines, y con seguridad, nos van a dar muchas satisfacciones.
Esta cualidad de fácil adaptación las hace también muy resistentes a casi todo tipo de enfermedades y plagas, no obstante, debemos estar atentos en ciertos momentos y no dejarlas abandonadas a su suerte.
Un momento fundamental es el invierno, como ya hemos hablado, muchas de ellas atraviesan una época de sequía, que coincide con los meses mas fríos. Es crucial no descuidarnos en este momento, si bien un poco de agua en invierno no va a matar nuestras plantas, sobre todo si las estamos cultivando en canastos o troncos, no debemos descuidarnos y dejar que pasen largos períodos de “frío húmedo”, ya que exponemos a nuestras plantas a posibles problemas de bacterias y fungosis.
Otro factor a tener en cuenta son los pulgones, muy comunes entre nuestras plantas. Estos aparecen en nuestro jardín a finales del invierno y principios del otoño, cuando muchas de nuestras laelias comienzan a florecer, instalándose en las flores y brotes jóvenes, deformándolos y hasta matándolos. No es nada difícil de eliminar, pero debemos estar atentos a que no sea una plaga generalizada.
Sustratos y recipientes
Las laelias mexicanas no difieren demasiado de otras laelias en cuando al sustrato o el recipiente en el que las vamos a cultivar.
En el momento de elegir sustratos es importante saber que no les gusta tener las raíces mojadas por períodos largos, por lo que es recomendable utilizar sustratos que permitan un rápido drenado de la maceta.
Son plantas ideales para cultivar en canastos, ya que estos son muy ventilados y permiten que las raíces se desarrollen libremente. También son plantas que desarrollan muy bien en troncos, ya que sus raíces están prácticamente todas expuestas, muy bien ventiladas.