El frío y las orquídeas

 Disertaciones


Irene Stenberg

La época más temida en la mayoría de los cultivadores de Orquídeas es el invierno, ya que nuestros ejemplares son exóticos, no son de nuestro clima y adaptamos nuestro lugar para cultivarlas.

Las bajas temperaturas son en la mayor parte de nuestras orquídeas un problema y debemos conocerlo para saber de qué modo enfrentarlo. 

La solución ideal sería cultivar especies de nuestro hábitat como el Oncidium bifolium o bien que se adapten a nuestro clima intermedio a frío, como Cymbidium que florece en todo su esplendor en invierno, o Paphiopedilium Insigne, Masdevallia, Laelia, Coleogyne, Odontoglossum, etc. de zonas de alta montaña frías.

La protección más eficaz es tener plantas sanas y saludables aprovechando los meses de otoño aprovechar los 3 meses de otoño para prepararlas. Una planta que sufrió ataque de plaga P.ej. cochinilla, estará debilitada y no tolerará las bajas temperaturas.

Revisaremos raíces, crecimiento, necesidad de transplante, fertilización y una buena hidratación. 

Las Orquídeas cumplen básicamente, 4 ciclos vitales cada año, Crecimiento, Maduración, Floración y Latencia. Los mismos se distribuyen de acuerdo a factores como temperatura, humedad, iluminación en cada uno de los hábitats naturales de cada especie. 

Durante el invierno, nuestras Orquídeas sub tropicales, al disminuir la temperatura, entran en dormancia o latencia, no crecen, no florecen, no hacen nada. A medida que baja la temperatura se va formando un endurecimiento en toda la superficie externa, para resistir el frío.

El primer indicio de demasiado frío, es el enrojecimiento de seudobulbos y hojas, esto puede revertirse trasladando el ejemplar a un lugar más reparado, o de mayor temperatura. 

De no hacerlo ante una baja aún mayor de temperatura la quemadura irá profundizando en los tejidos causando: primero la muerte del tejido exterior, donde se observarán manchas negras y secas en su superficie hasta la ruptura de las células por congelación, luego rompiendo las fibras. El tejido deshidratado al descongelarse, va formando una masa de tejido blando y negro; y provoca la muerte de toda la parte afectada. Lo observamos en los brotes jóvenes. 

 A veces el daño es interno, pasa por el corazón del seudobulbo, no se lo ve, sin embargo va produciendo la muerte desde el interior.

Métodos de protección

Podemos proteger nuestras plantas en determinado lugar como por ejemplo bajo un policarbonato, entrarlas en nuestra vivienda, tras una ventana asoleada.

Un invernadero con buena iluminación y ventilación es el recurso muy eficaz que podrá reproducir el clima más benigno. Ei uso de la tela antihelada puede levantar entre 3 a 6 grados la temperatura Si se la utiliza al exterior debe mantenerse totalmente cerrada.

Orientar todas nuestras plantas a una mayor exposición solare la ideal es mirando ei Este recibiendo los primeros rayos de la mañana.

Cuando cultivamos a la intemperie un buen reparo de las heladas es mantener las plantas bajo árboles o arbustos procurando darles la mayor cantidad de luz solar posible. Muchas veces se confunde protección con techo donde el frio para ellas es mayor ya que no tiene la posibilidad de horas sol, y si bien la noche es más fría, la temperatura del sol es mayor. En las Orquídeas las horas de sol son acumulativas.

Al exterior el uso de bombitas de luz común, ayudan a aumentar la temperatura, un buen recurso es hilera de bombitas, por sobre unos 30/40 cm, controlar que no sea demasiado fuerte pues pueden generar quemaduras. 

Asegurar siempre una buena hidratación, si bien los requerimientos de agua en la mayor parte de nuestras plantas bajan considerablemente, una planta deshidratada no podrá afrontar el stress por frío. Prestar atención a las macetas plásticas, ya que estas acumulan condensación por diferencia de temperatura y esa misma condensación se convirtió en hielo causando la pudrición y muerte de raíces. 

Las plantas cultivadas en troncos vivo no presentan mayores inconvenientes en su cultivo en invierno, aunque se puede también utilizar la tela antihelada para cubrirlas, teniendo la precaución de que esté totalmente cerrada. El cultivo en troncos o canastos nos permite la elección del lugar donde recibe la mayor cantidad de sol, a la ve que no tendremos problemas con el exceso de agua.

No debe descuidarse la ventilación de las plantas para una correcta aireación de raíces. 

Un recurso poco conocido en nuestros jardines pero de uso en agricultura para contrarrestar la helada es el riego en el mismo momento que la helada se produce, es decir de noche antes del amanecer. El agua sobre la superficie vegetal se congela, pero produce una capa de agua intermedia, entre el tejido y el hielo, con lo que logra reducir el impacto del frio, el riego tiene que ser copioso. 

También sirve el riego abundante en la tierra cuando el agua cambia el estado de líquido a sólido genera energía y actúa como protección de las bajas temperaturas. En el caso de patios, o terrazas este recurso es muy útil, y se logra tirando abundante agua, El agua que no se congela y se evapora por diferencia de temperatura también genera un alza de temperatura. 

Hay que tener en cuenta que luego de una helada hay un día de sol brillante lo que hace que nuestras plantas se recuperen en energía y calor. 

Esta acción es muy utilizada en cultivos pequeños y medianos de verduras por ejemplo, pero a tener en cuenta que las bajas temperaturas con alta humedad pueden generar proliferación de hongos.

En un invernadero chico el encendido de un pequeño mechero puede modificar la temperatura, a tener en cuenta que los gases de estufas son altamente tóxicos para nuestras orquídeas .

Fb. Irene Sternberg 

MURASAKI ORQUIDEAS Y BROMELIAS