Ignacio Di Pasquale
Generalidades
La tribu catasetinae está compuesta por 7 géneros, tienen un comportamiento epifito, con excepción de las Grobya que pueden comportarse de manera rupícola. Sus inflorescencias son muy interesantes, con la curiosidad que cada una está específicamente adaptada para ser polinizada por una abeja en particular, lo que ocasiona que prácticamente no existan híbridos naturales. Esta característica en la flor, hace que sean una de las orquídeas con flores más variables de formas y colores, con flores hermafroditas y flores unisexuales, y rebuscadas formas de adherir las polinias al insecto.
Los integrantes de esta familia son:
Catasetum
Mormodes
Cycnoches
Dressleria
Clowesia
Galeandra
Grobya
Catasetum sp.
Dentro de la subtribu catasetinae, es el género que cuenta con mayor número de especies, dándole nombre a su familia.
Si bien la mayor variedad de especies se encuentra distribuida por todo Brasil, pueden encontrarse desde México hasta el norte de Argentina, donde la única especie descripta es la C. fimbriatum.
Presentan pseudobulbos grandes y gruesos, muy largos o redondos, y sus hojas caducas están grupadas en su extremo, que al caer van dejando pequeñas formaciones similares a espinas.
Es una orquídea muy interesante, de hábitos epifitos y caracterizada por su floración única, con un sistema de polinización muy sofisticado y único para las orquídeas: Sus flores son femeninas o masculinas, pero dentro de la misma planta (diclinas monoicas), cualidad que solo encontramos en algunos integrantes de esta tribu. Generalmente la diferenciación sexual se da en plantas adultas muy grandes de tamaño, que poseen muchos ejes de crecimiento y sus pseudobulbos son grandes y muy bien desarrollados, esto se debe a que los catasetum son de las orquídeas que generan la mayor cantidad de semillas por vaina, esto consume mucha energía y es necesario que cuenten con la energía adecuada para este fin. Por el contrario, es común ver varas florales masculinas en plantas llamativamente jóvenes.
Otro aspecto a destacar sobre su floración, es el modo en el cual evolucionaron para adherir las polinias al insecto polinizador. Las flores emiten feromonas que atrae a una abeja macho específica, al posarse sobre la flor toca unos apéndices tensos que disparan las polinias directamente sobre el insecto (polineas pulsatiles), adhiriéndolas de esta forma sobre el lomo. Luego el insecto realiza la misma operación sobre una flor hembra, la cual posee la forma necesaria para arrancarle a la abeja estas polinias, quedando así fecundada.
El crecimiento vegetativo se da durante la primavera y verano. Durante estos meses cálidos y muy lluviosos logran desarrollar el nuevo pseudobulbo, con sus respectivas hojas y floración. Al comenzar el invierno van perdiendo las hojas hasta quedar solamente los bulbos. Las raíces también detienen su crecimiento y es común que algunas se sequen y ya no vuelvan a crecer en la siguiente temporada.
Los catasetum pueden desarrollarse muy bien en exterior durante los meses cálidos, pero llegado el otoño es conveniente resguardarlos del frio y las lluvias abundantes, sin tenerlos a temperaturas muy elevadas para prevenir la deshidratación.
Cultivo
Durante el período de crecimiento, primavera/verano, los catasetum van a desarrollar el bulbo que posteriormente va a florecer, es importantísimo que durante este período no le falte agua y fertilizante, para lograr que sus raíces y hojas crezcan a su máximo potencial y nos brinde una floración abundante.
Es fundamental mantener los catasetum muy bien hidratados, en lugares ventilados. La humedad debe ser elevada, para lo cual vamos a rociarlos a diario. Para lograr mayor humedad ambiente, podemos hacerlos crecer en macetas o canastos sobre una cama de leca, en invernaderos húmedos, o si están en troncos, colocándolo en una maceta con piedra partida o leca.
El riego debe ser abundante durante la primera parte del período de crecimiento, durante la primavera hasta comenzar el verano, que es el momento de mayor desarrollo del nuevo pseudobulbo. Es muy importante que éste acumule la mayor cantidad de agua posible en este período de tiempo, para lograr el mayor crecimiento posible. Es conveniente que durante este período se fertilice de manera regular, una vez por semana con un fertilizante balanceado.
Por el contrario, cuando llegan los primeros fríos, a principios del otoño, debemos ir disminuyendo de a poco los riegos. Esto se debe a que la planta comienza un periodo de reposo. Es momento de bajar la frecuencia de riego y humedad en esta época, ya que no va a ser consumida por las plantas ni evaporada por el calor, y estaríamos exponiéndola a potenciales problemas con hongos y bacterias.
Algunos cultivadores directamente no riegan los catasetum durante todo este período, e incluso suelen sacarlas de las macetas, para bajar al mínimo la humedad en las raíces.
La luz también es un factor muy importante durante este período, pueden ser cultivados con sol directo de mañana y durante todo el día muchísima luz, de esta manera lograremos que la planta pueda aprovechar este período para desarrollarse eficientemente. A medida que la planta se va desarrollando, paulatinamente va tolerando mayor cantidad de luz, hasta que florece y comienzan a perder las primeras hojas. Este es el momento de ir bajando la luz y comenzando a prepararla para el reposo invernal.
Durante el periodo de reposo, es importante recordar que son plantas subtropicales a tropicales, no es aconsejable dejarlas bajo un clima de frio extremo. Son plantas aptas para galerías o lugares cerrados, donde no sufran inviernos fuertes. Es muy común perderlas en este momento, ya que muchos las cultivan en el exterior y no es posible controlarles la cantidad de agua que van a recibir. La combinación de exceso de agua y frio suele ser letal para ellas.
Los catasetum son muy versátiles, pueden ser cultivadas en troncos, macetas de plástico, de barro, en canastos etc., y el sustrato también puede ser muy variado, pasando de puro musgo hasta corteza o grava, con muy buenos resultados, dependiendo del modo en que cada uno pueda cultivarlos.
Un sustrato genérico podría ser una mezcla de sphagnum en hebras, corteza fina y gruesa y un poco de carbón fino.
El trasplante debe realizarse en los meses previos al comienzo del crecimiento, cuando ya comienzan a despertarse, logrando que el desarrollo sea óptimo y no se comprometa su sistema radicular en el trasplante.